La calidad en Tigernuts es más que una obligación. Históricamente, la empresa se esfuerza para evolucionar y mejorar en todos sus procesos, año tras año, paso a paso. Tigernuts acaba de obtener más de 95% de cumplimiento en su última auditoria de la certificación IFS Food, su mejor nota hasta la fecha. Es la ocasión perfecta para solicitar a María Blay, directora del departamento de Calidad de Tigernuts y entender como se ha conseguido tal reconocimiento.
¿Quién eres y qué función tienes en Tigernuts?
Mi nombre es María Blay y soy la directora del departamento de Calidad de Tigernuts. Mi papel es asegurar el cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad alimentaria desde la primera comunicación con los proveedores, tanto de materias primas como material auxiliar, hasta el final de la vida útil de los productos finales.
También coordino al equipo y presto soporte a otros departamentos para trabajar en la mejora continua.
¿Cómo trabaja el departamento de calidad y qué áreas cubre?
Nuestro departamento trabaja de forma colaborativa con el resto de la empresa.
Nos ocupamos de la seguridad alimentaria, el control de proveedores, la inspección de materias primas, productos intermedios y productos finales, el seguimiento del proceso productivo, las auditorías, la gestión documental y las certificaciones.
También gestionamos las formaciones y las acciones de mejora.
Velamos porque la calidad esté presente en cada paso.
¿Cuál es el histórico / recorrido de Tigernuts con IFS?
La empresa comenzó con la antesala a IFS Food, IFS Global Markets. Este apartado de IFS es para aquellas empresas que quieren iniciarse en Food pero que tienen que hacer una progresión para cumplir con todos los estándares de la norma.
Desde 2018 a 2020 estuvimos en IFS Global Markets y en 2021 obtuvimos el primer sello IFS Food. Y en los últimos años, además, hemos incorporado los módulos de IFS Carbon Footprint e IFS ESG Check, reforzando no solo la calidad, sino nuestro compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social.
¿En qué consiste esta certificación?
IFS Food es una norma internacional que verifica que la empresa produce alimentos que cumplen con la seguridad alimentaria, la calidad del producto, la legalidad y la autenticidad.
Evalúa aspectos como trazabilidad, controles de proceso, higiene, formación, gestión de riesgos o control de proveedores.
Los módulos de Carbon Footprint y ESG Check profundizan en la huella ambiental, la ética empresarial y el impacto social.
¿Qué resultados ha obtenido Tigernuts en su último control?
Hemos alcanzado un 95,36% (high Level) en IFS Food y una calificación A (nivel avanzado) en IFS Carbon Footprint e IFS ESG Check.
Son resultados que reflejan el trabajo continuo y el compromiso de todos los compañeros de la empresa desde la gerencia hasta los operarios de planta. La calidad, al final, es responsabilidad de todos y es un trabajo de equipo.
¿Qué significa para la empresa? ¿Qué os aporta este reconocimiento?
Para nosotros es una garantía de que estamos en el camino correcto. La certificación nos aporta confianza, credibilidad y una ventaja competitiva importante. Pero, sobre todo, es un reconocimiento al esfuerzo diario de todas las personas del equipo y nos anima a seguir mejorando.
¿Cuáles son, en tu opinión, las evoluciones principales que ha tenido Tigernuts estos últimos años para obtener esta nota?
Destacaría tres aspectos:
- Un cambio cultural, en el que la calidad ya no es solo un departamento, sino una mentalidad compartida por todos.
- Inversiones clave en instalaciones y tecnología, que han reforzado la seguridad alimentaria.
- Una mayor madurez en los procesos, más definidos, más estables y con controles más robustos.
¿Cómo involucráis al resto del equipo en los estándares de calidad?
Con formación continua, comunicación clara y mucha presencia en el día a día. Nos gusta estar cerca de los equipos, resolver dudas en el momento y encontrar juntos las soluciones. También hacemos auditorías internas y reuniones de seguimiento que ayudan a que todos entiendan el porqué de cada procedimiento.
¿Qué margen de progresión tiene aún Tigernuts? ¿Dónde ves las prioridades a nivel de calidad?
Siempre hay margen para seguir creciendo. Nuestros focos principales son seguir avanzando en digitalización, desarrollo de nuevos productos, reforzar la trazabilidad, mejorar la prevención en origen y profundizar en la reducción de desperdicio y eficiencia energética. La idea es anticiparnos a las necesidades del cliente y del mercado.
¿Cómo la certificación IFS refleja prácticas de sostenibilidad o responsabilidad corporativa?
Los módulos de Carbon Footprint y ESG Check evalúan precisamente cómo gestionamos nuestro impacto ambiental, social y ético. Es una forma de certificar que avanzamos no solo en calidad, sino también en sostenibilidad y responsabilidad corporativa.
¿Cómo se integra la calidad con la sostenibilidad en Tigernuts?
Para nosotros están totalmente conectadas. Un proceso de calidad es también un proceso eficiente y responsable.
Por eso, cuando tomamos decisiones —desde la elección de proveedores hasta la gestión energética o el diseño de envases— buscamos siempre el equilibrio entre seguridad alimentaria, eficiencia y respeto por el entorno.
